Datos personales

Mi foto
La Garriga, Barcelona, Spain
Soy una enamorada de la vida amante de la medicina tradicional y las culturas antiguas, tengo un MBA y rastas en el cabello, me dedico a escribir sobre cultura maya y herbolaria, mi pasión por viajar me ha dado suficiente tiempo para leer sobre lo que siempre me ha interesado así como para hacer investigación de campo en el área de la medicina tradicional y la espiritualidad de diversas culturas. Soy activista de Amnistía Internacional, EZLN, Grupo Zeitgeist,pertenezco al Grupo Novha, colaboro con el Consejo de Ancianos y Sacerdotes Mayas y con Niranjana Wellfare school en Bodhgaya india, mi hogar por decisión de sentimiento astral es Catalunya

jueves, 19 de agosto de 2010

La culpa como forma de control social y sus efectos en nuestra vida cotidiana.

Desde hace miles de años este elemento ha sido utilizado en las distintas culturas teocráticas como arma psicológica mediante la cual se puede atacar certeramente el pensamiento racional afectando con ello la inteligencia humana.

El desagradable sentimiento que genera la culpa, nos lleva a tomar decisiones equivocadas ya que nos impide pensar con lucidez y claridad, si consideramos que al sentirnos culpables buscaremos castigarnos por ello, nuestros pensamientos estarán dirigidos a la auto-destrucción.

En el afán de mitigar dicho sentimiento nos volvemos vulnerables, nuestros actos estarán dirigidos al auto-castigo y a la auto-destrucción, la culpa genera angustia, enojo, desesperación y malestar; todos ellos sentimientos negativos que nublan el pensamiento racional y la inteligencia.

Nos obliga a actuar en contra de nuestros verdaderos sentimientos, confundiendo con ello nuestros valores reales como humanos y nuestra capacidad de discernimiento.

Hemos sido educados desde siempre con el hecho que debemos hacer las cosas que la sociedad considera “correcta” por encima de las verdaderas necesidades o las cosas que uno realmente quiere hacer, eso son realidades que nos suceden en nuestra vida cotidiana.

El bienestar y la razón, se ven obstruidos por este sentimiento mismo que ha sido utilizado a lo largo de los tiempos como arma de control, ha sido explotado por las distintas religiones que buscan la anulación de la capacidad creadora inherente a nuestra especie.

¿Que ocurre cuando nuestro bienestar se encuentra supeditado al sufrimiento ajeno, cuando nuestros actos han sido dirigidos por nuestros sentimientos y ellos nos generan culpa?

Nos confundimos...y ¿que ocurre cuando en el medio de dicha confusión tomamos decisiones, realmente estaremos tomando las decisiones adecuadas?

Sobre una base de angustia y un cumulo de sentimientos negativos ¿creemos que nuestras decisiones serán positivas, suena esto coherente?

- “Hago lo que debo hacer, no lo que quiero“

¿Y el dolor que ello nos provoca será positivo?

Actuar en consecuencia de la culpa nos provocará dolor, nos han hecho creer que el dolor es positivo.

¿El ser humano merece sufrir?

Valdría la pena reflexionar sobre nuestros actos, pensar antes de actuar, por supuesto... pero tomando como base nuestros sentimientos positivos, el amor, la compasión (que no es lo mismo que lástima), la búsqueda de nuestra propia felicidad, el bienestar, la realización personal, el gozo, los valores humanos que nos hace fuertes y creativos ahora tan perdidos en esta sociedad enferma que nos ha llevado a pensar en la auto-flagelación y la culpa como formas de dirigir nuestro comportamiento, que provenimos del pecado y somos merecedores del sufrimiento.

El amor, el gozo, el bienestar, la razón, la inteligencia y la capacidad de creación... el éxtasis de la vida, convertidos en culpa y desesperación. ¡Hagamos una sana reflexión!








La educación que recibimos de pequeños condiciona nuestros actos en el futuro y afecta en una totalidad sobre nuestro sistema de valores, valores no naturales como el sentido de la competitividad o el dinero que son generados únicamente por el ser humano.
La culpa produce angustia y auto-destrucción
Miles de instituciones nos inculcan el miedo y el temor como forma de vida, especialmente practicado en las instituciones religiosas
Acabamos finalmente teniendo una forma de actuar no sana promovido por la culpa que se basa en al auto-castigo como sistema de defensa y liberación
Al igual que dichas instituciones consiguen eliminar nuestro pensamiento propio, gracias a la culpa y el temor consiguen que hagamos actos que no deseamos sino que creemos que son los correctos dejando de lado lo que es realmente correcto o bueno para nosotros

No hay comentarios:

Publicar un comentario