El pasado 20 de abril de 2010, una llamada a los servicios de emergencia alertaba de una explosión en la plataforma petrolífera conocida como Deepwater Horizon, situada en el Golfo de México el derrame petrolero hacia el Golfo de México no está saliendo solamente del pozo de 22 pulgadas que muestra la televisión, sino de por lo menos otros 18 sitios sobre el fondo marino fracturado siendo el más grande de 11 kilómetros (7 millas) desde donde se hundió la Deepwater Horizon y está vomitando a borbotones estas preciosas aguas con unos 2 millones de galones de petróleo por día.
Tras meses ya de buscar la solución al derrame petrolero, nos encontramos con un tenebroso escenario: la incompetencia de las autoridades estadounidenses así como de BP, la corporación propietaria del pozo, y ni que decir del gobierno de México quien continua evitando hablar del suceso, al parecer no les interesa detener el ecocidio masivo que ya amenaza en convertirse, con buenas probabilidades de éxito, en uno de los peores desastres ambientales en la historia humana.
El ecosistema costero alrededor del Golfo esta siendo absolutamente aniquilado.
Por si no fuera suficiente para escandalizar la conciencia planetaria de la población, al parecer la solución empleada hasta el momento, es decir, el inyectar al mar millones de galones de Corexit 9500 buscando dispersar el petróleo, no solo ha sido poco eficiente en su propósito sino que podría resultar aún más tóxico para la vida natural de la región que el propio petróleo.
Los culpables del derrame de petróleo en el Golfo celebraron el comienzo del mundial de fútbol ya que este le robará atención a uno de los mayores ecocidios en la historia..
British Petroleum ha gastado más de 50 mdd tan sólo en contrarrestar con publicidad su miserable papel en esta tragedia,
El Derrame
5,000 barriles
Cantidad de petróleo vertida diariamente al mar del Golfo de México
* Nuevas estimaciones apuntan a una cifra de entre 40,000 y 60,000 barriles diarios
11,300 millas
Distancia que recorrería el petróleo vertido si se colocará en una tira en línea recta y eso en el mes de julio.
Las Consecuencias
4,800 km2
Zona cubierta por el petróleo derramado
400
Número de especies amenazadas por el ecocidio (cocodrilos, venados, zorras, ballenas, atún, camarón, y diversas aves)
25 millones
Número de aves en riesgo que atraviesan diariamente la costa del Golfo de México
12,000
Empleos perdidos en Louisiana a causa del derrame.
560 mdd
Valor del pozo Deepwater Horizon
12,500 mdd
Costo para limpiar el petróleo derramado
1,500 mdd
Costo para las aseguradoras contratadas previamente por BP para enfrentar “improvistos”
400
Número de proyectos petroleros aprobados ilícitamente en el Golfo de México
436,000 galones
Cantidad de disolvente vertido para “limpiar” la zona.
Las proporciones descomunales del vertido, unos 576 millones de litros, sumadas a la profundidad en que ha tenido lugar, hacen suponer que tanto el petroleo como sus efectos se dejaran notar entre los próximos 20 y 100 años.
No podemos continuar permitiendo que el petroleo nos domine, existen alternativas energéticas y es nuestra responsabilidad ciudadana exigir que se utilicen, que las petroleras liberen las patentes que tienen y paremos de atentar contra nuestra propia supervivencia.
Datos personales
- Anabell Castañeda Herrera
- La Garriga, Barcelona, Spain
- Soy una enamorada de la vida amante de la medicina tradicional y las culturas antiguas, tengo un MBA y rastas en el cabello, me dedico a escribir sobre cultura maya y herbolaria, mi pasión por viajar me ha dado suficiente tiempo para leer sobre lo que siempre me ha interesado así como para hacer investigación de campo en el área de la medicina tradicional y la espiritualidad de diversas culturas. Soy activista de Amnistía Internacional, EZLN, Grupo Zeitgeist,pertenezco al Grupo Novha, colaboro con el Consejo de Ancianos y Sacerdotes Mayas y con Niranjana Wellfare school en Bodhgaya india, mi hogar por decisión de sentimiento astral es Catalunya
lunes, 30 de agosto de 2010
jueves, 19 de agosto de 2010
La culpa como forma de control social y sus efectos en nuestra vida cotidiana.
Desde hace miles de años este elemento ha sido utilizado en las distintas culturas teocráticas como arma psicológica mediante la cual se puede atacar certeramente el pensamiento racional afectando con ello la inteligencia humana.
El desagradable sentimiento que genera la culpa, nos lleva a tomar decisiones equivocadas ya que nos impide pensar con lucidez y claridad, si consideramos que al sentirnos culpables buscaremos castigarnos por ello, nuestros pensamientos estarán dirigidos a la auto-destrucción.
En el afán de mitigar dicho sentimiento nos volvemos vulnerables, nuestros actos estarán dirigidos al auto-castigo y a la auto-destrucción, la culpa genera angustia, enojo, desesperación y malestar; todos ellos sentimientos negativos que nublan el pensamiento racional y la inteligencia.
Nos obliga a actuar en contra de nuestros verdaderos sentimientos, confundiendo con ello nuestros valores reales como humanos y nuestra capacidad de discernimiento.
Hemos sido educados desde siempre con el hecho que debemos hacer las cosas que la sociedad considera “correcta” por encima de las verdaderas necesidades o las cosas que uno realmente quiere hacer, eso son realidades que nos suceden en nuestra vida cotidiana.
El bienestar y la razón, se ven obstruidos por este sentimiento mismo que ha sido utilizado a lo largo de los tiempos como arma de control, ha sido explotado por las distintas religiones que buscan la anulación de la capacidad creadora inherente a nuestra especie.
¿Que ocurre cuando nuestro bienestar se encuentra supeditado al sufrimiento ajeno, cuando nuestros actos han sido dirigidos por nuestros sentimientos y ellos nos generan culpa?
Nos confundimos...y ¿que ocurre cuando en el medio de dicha confusión tomamos decisiones, realmente estaremos tomando las decisiones adecuadas?
Sobre una base de angustia y un cumulo de sentimientos negativos ¿creemos que nuestras decisiones serán positivas, suena esto coherente?
- “Hago lo que debo hacer, no lo que quiero“
¿Y el dolor que ello nos provoca será positivo?
Actuar en consecuencia de la culpa nos provocará dolor, nos han hecho creer que el dolor es positivo.
¿El ser humano merece sufrir?
Valdría la pena reflexionar sobre nuestros actos, pensar antes de actuar, por supuesto... pero tomando como base nuestros sentimientos positivos, el amor, la compasión (que no es lo mismo que lástima), la búsqueda de nuestra propia felicidad, el bienestar, la realización personal, el gozo, los valores humanos que nos hace fuertes y creativos ahora tan perdidos en esta sociedad enferma que nos ha llevado a pensar en la auto-flagelación y la culpa como formas de dirigir nuestro comportamiento, que provenimos del pecado y somos merecedores del sufrimiento.
El amor, el gozo, el bienestar, la razón, la inteligencia y la capacidad de creación... el éxtasis de la vida, convertidos en culpa y desesperación. ¡Hagamos una sana reflexión!
La educación que recibimos de pequeños condiciona nuestros actos en el futuro y afecta en una totalidad sobre nuestro sistema de valores, valores no naturales como el sentido de la competitividad o el dinero que son generados únicamente por el ser humano.
La culpa produce angustia y auto-destrucción
Miles de instituciones nos inculcan el miedo y el temor como forma de vida, especialmente practicado en las instituciones religiosas
Acabamos finalmente teniendo una forma de actuar no sana promovido por la culpa que se basa en al auto-castigo como sistema de defensa y liberación
Al igual que dichas instituciones consiguen eliminar nuestro pensamiento propio, gracias a la culpa y el temor consiguen que hagamos actos que no deseamos sino que creemos que son los correctos dejando de lado lo que es realmente correcto o bueno para nosotros
El desagradable sentimiento que genera la culpa, nos lleva a tomar decisiones equivocadas ya que nos impide pensar con lucidez y claridad, si consideramos que al sentirnos culpables buscaremos castigarnos por ello, nuestros pensamientos estarán dirigidos a la auto-destrucción.
En el afán de mitigar dicho sentimiento nos volvemos vulnerables, nuestros actos estarán dirigidos al auto-castigo y a la auto-destrucción, la culpa genera angustia, enojo, desesperación y malestar; todos ellos sentimientos negativos que nublan el pensamiento racional y la inteligencia.
Nos obliga a actuar en contra de nuestros verdaderos sentimientos, confundiendo con ello nuestros valores reales como humanos y nuestra capacidad de discernimiento.
Hemos sido educados desde siempre con el hecho que debemos hacer las cosas que la sociedad considera “correcta” por encima de las verdaderas necesidades o las cosas que uno realmente quiere hacer, eso son realidades que nos suceden en nuestra vida cotidiana.
El bienestar y la razón, se ven obstruidos por este sentimiento mismo que ha sido utilizado a lo largo de los tiempos como arma de control, ha sido explotado por las distintas religiones que buscan la anulación de la capacidad creadora inherente a nuestra especie.
¿Que ocurre cuando nuestro bienestar se encuentra supeditado al sufrimiento ajeno, cuando nuestros actos han sido dirigidos por nuestros sentimientos y ellos nos generan culpa?
Nos confundimos...y ¿que ocurre cuando en el medio de dicha confusión tomamos decisiones, realmente estaremos tomando las decisiones adecuadas?
Sobre una base de angustia y un cumulo de sentimientos negativos ¿creemos que nuestras decisiones serán positivas, suena esto coherente?
- “Hago lo que debo hacer, no lo que quiero“
¿Y el dolor que ello nos provoca será positivo?
Actuar en consecuencia de la culpa nos provocará dolor, nos han hecho creer que el dolor es positivo.
¿El ser humano merece sufrir?
Valdría la pena reflexionar sobre nuestros actos, pensar antes de actuar, por supuesto... pero tomando como base nuestros sentimientos positivos, el amor, la compasión (que no es lo mismo que lástima), la búsqueda de nuestra propia felicidad, el bienestar, la realización personal, el gozo, los valores humanos que nos hace fuertes y creativos ahora tan perdidos en esta sociedad enferma que nos ha llevado a pensar en la auto-flagelación y la culpa como formas de dirigir nuestro comportamiento, que provenimos del pecado y somos merecedores del sufrimiento.
El amor, el gozo, el bienestar, la razón, la inteligencia y la capacidad de creación... el éxtasis de la vida, convertidos en culpa y desesperación. ¡Hagamos una sana reflexión!
La educación que recibimos de pequeños condiciona nuestros actos en el futuro y afecta en una totalidad sobre nuestro sistema de valores, valores no naturales como el sentido de la competitividad o el dinero que son generados únicamente por el ser humano.
La culpa produce angustia y auto-destrucción
Miles de instituciones nos inculcan el miedo y el temor como forma de vida, especialmente practicado en las instituciones religiosas
Acabamos finalmente teniendo una forma de actuar no sana promovido por la culpa que se basa en al auto-castigo como sistema de defensa y liberación
Al igual que dichas instituciones consiguen eliminar nuestro pensamiento propio, gracias a la culpa y el temor consiguen que hagamos actos que no deseamos sino que creemos que son los correctos dejando de lado lo que es realmente correcto o bueno para nosotros
domingo, 8 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)